Indicios de que necesito una inyección extra de dinero
En muchas ocasiones nos pensamos que tenemos unas finanzas a prueba de bombas, pero sin embargo vemos como mes a mes nos cuesta cada vez más llegar a cubrir todos los gastos y en algunos casos los tenemos que aplazar. Es en estos momentos en el que nos exclamamos: ¡Necesito dinero!
Para poder atajar el problema y localizar las soluciones, os presentamos una serie de indicios que nos indican que no nos vendría mal una inyección extra de liquidez.
Cuando fin de mes llega cada día 15
Este es el indicio más obvio: tenemos sueldo, las mismas facturas y no hemos tenido ningún imprevisto. Sin embargo vemos como mes a mes nos cuesta cada vez más llegar al día en el que nos ingresan la nómina. ¿Cómo es posible si no he gastado de más?
En ocasiones una subida de la luz ya es suficiente para desestabilizar las cuentas, así como una del alquiler o de cualquier gasto importante. En estos momentos conviene revisar las finanzas y tener bien en cuenta que la fórmula seguida hasta ahora ya no nos vale, por lo que si éramos de tener un servicio extra porque podíamos permitírnoslo, ha llegado el momento de suprimirlo.
Solicitar un aumento acorde a la subida de gasto, buscar nuevos ingresos etc. también puede servir para que no nos cambie el nivel de vida pese a que nos inflen las facturas.
Cuando vamos justos y se acerca época de gasto
Llegar a fin de mes llegamos, pero no tenemos capacidad de ahorro o no llegamos con una holgura como para que podamos afrontar un imprevisto.
Estos momentos se pueden ver agravados hasta el punto que finalmente no lleguemos con las facturas si se acercan épocas de gasto como la escolar el septiembre o las, adoradas por algunos, temidas por otros Navidades.
Al igual un segundo empleo o buscar otras formas laborales de percibir ingresos no es necesario puesto que se trata de la estacionalidad y no de un estado permanente el resto del año. Para estos casos es una buena solución un microcrédito con buenas facilidades de devolución, que nos permitan cubrir el nivel de gasto necesario y poderlo devolver en unos meses en los que recuperemos la calma económica.
Cuando tenemos un gran proyecto entre manos
Ideas de negocio, cambio de lugar de trabajo, un coche que comienza a dar síntomas de dejarnos en la cuneta en cualquier momento… Son síntomas de que en algún momento va a venir un gasto que implique buscar vías de financiación.
En este caso es obvio que lo veremos venir, ya que lo provocamos nosotros mismos, pero no por ello conviene olvidar que, en cuanto tengamos la más mínima sospecha de que vamos a realizar un gran desembolso, no comencemos a planificar económicamente para amortiguar el gasto.
Buscar financiación, reducir gastos o planificar cuándo llegarán beneficios para hacerlos coincidir con los pagos más cuantiosos son algunos puntos que jamás debemos olvidar en este aspecto.
En definitiva, en muchas ocasiones no vemos venir los imprevistos, pero siempre que podamos anticiparnos, conviene tener bien a mano un plan B que poner en marcha y nos libre de apuros económicos. La previsión es nuestra mejor aliada en economía.
